martes, enero 24, 2006

Tres gotas y el Alba...
[Coelho Netto]
El Alba pasó una mañana cerca de una camelia y oyó pronunciar su nombre por tres gotas cristalinas. Se aproximó; luego posándose en el corazón de la flor, preguntó cariñosa:

-¿Qué desean de mí, gotas brillantes?

-¿Que vengas a decidir una cuestión -dijo la primera-. Somos tres gotas diferentes reunidas en diversos puntos. Queremos que digas cuál de nosotras vale más y cual es la más pura.

-Acepto; habla tú, gota brillante.

Y la primera gota trémula habló así:

-Yo vengo de las altas nubes; soy hija de los grandes mares; nací en el ancho océano. Después de andar por mil borrascas, una nube me absorbió. Fui a las alturas, donde brillan las estrellas, y de allá, rodando entre rayos, caí en la flor en la que descanso ahora. Yo represento al océano.

-Habla tú, gota brillante -dijo el Alba a la segunda.
-Yo soy el rocío que tiembla sobre los lirios; soy hermana de la Luna; soy hermana de las tinieblas que se forman en cuanto llega la noche. Yo represento al amanecer del día.

-¿Y tú? -Preguntó el Alba a la más pequeña.
-Yo nada valgo.
-Habla: ¿de donde vienes?
-De los ojos de una madre. Soy una lágrima.

-Esta es la de más valor, es la más pura exclamo el alba.

-Pero yo fui océano...
-¡Yo atmósfera!
-Sí, trémulas gotas; mas esta fue corazón...

Y el Alba desapareció por la región azul, llevando a la gota humilde.